Somos millones de personas viviendo en un mundo con espacio y recursos
limitados, por eso estamos obligados a compartir. No sólo nos referimos a la generosidad material, sino a compartir sus valores como personas (optimismo, talentos, conocimiento..)
Inculcar
generosidad
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- No se trata de hacerlos esclavos de otros ni de que se sientan en
deuda con sus compañeros
- Enseñarles a disfrutar de la satisfacción de compartir con los
demás
- Deben de aprender a respetar lo que no es suyo y a no desear todo lo
que se pone delante de sus ojos
- Tienen que aprender a compartir los juguetes, pero también las
responsabilidades
- La generosidad también se muestra hacia los padres, no exigir
constantemente y respetar su tiempo
- Cuando es el cumpleaños de un hermano y también se le hace un regalo
al hermano que no cumple por miedo a que sufra, estamos cayendo en un error. Lo mejor es regalar sólo al del cumple y enseñarle a compartir con el hermano
- Los niños consumistas pueden respetar las cosas de los demás, pero
presionarán a sus padres para que se las compren. Si los progenitores gastan dinero en el último modelo de televisor, en un coche de gama alta o en ropa de marca no se puede esperar unos hijos
austeros
- Cuando se inunda a los niños de regalos (normalmente para
compensar la poca atención que se les dedica) se acostumbran a tenerlo todo y dejan de otorgarle valor a las cosas
- Una forma muy educativa de transmitir a los niños el valor de la
generosidad es ponerlos en contacto con los más desfavorecidos, es importante que entiendan que hay otro mundo aparte del suyo y que su ayuda es importante
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FUENTE: “Edúcame
bien” de Montse Domènech (psicóloga)